Cuando ya arrugados los pensamientos, la hipotética razón se hace agua y desierto el camino que transitas no es más que la gris proyección de tu hoy pasado.
De tu lado el velador no se enciende y recorres con tus ojos ciegos los olvidados recuerdos que todavía viven, aunque grises, en tu alma ya vieja que vencida por el peso deja caer su existencia.
domingo, 16 de noviembre de 2008
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